Un proveedor de tecnología realmente implicado en el proyecto de sus clientes es un valor añadido, un gran apoyo a la hora de alcanzar los objetivos fijados.

Debido a la gran variedad de tecnologías, la creciente especialización de las empresas y la ingente cantidad de información disponible, los proyectos del siglo XXI se caracterizan por un elevado grado de complejidad.  Es bastante común encontrar proyectos que integran múltiples tecnologías a priori no relacionadas, junto con sistemas de procesado de información en un entorno cambiante y geográficamente amplio.

Las nuevas necesidades de los jefes de proyecto

En este siglo, los jefes de proyecto necesitan planificar y diseñar una solución que cubra las necesidades del cliente con plazos y presupuestos muy ajustados, y ser capaces de adaptar esa planificación ante imprevistos. Ellos desempeñan un papel fundamental y se ven obligados a aprender y entender muchas tecnologías radicalmente distintas con gran rapidez. Además, deben ser capaces de explorar el mercado buscando las soluciones disponibles, comparándolas y escogiendo la que mejor se adapte a los requerimientos en términos de costes y funcionalidad.

Ante la complejidad en la era del Big Data, y el alto grado de especialización en los distintos mercados y tecnologías, los proveedores tecnológicos a menudo se convierten en los mejores aliados de los jefes de proyecto. La implicación de un proveedor con experiencia en cada una de las áreas del proyecto proporciona ese «know-how« específico a cada una de las partes. Esto permite asegurar un buen diseño, planificar e implementar adecuadamente el proyecto, y aumentar las probabilidades de éxito.

¿Qué aporta un proveedor de tecnología implicado en el proyecto de sus clientes?

Un proveedor implicado que entienda el proceso en su conjunto, nos va a proporcionar información de su producto, tecnología o servicios desde una posición experta, permitiendo un diseño más robusto y facilitando la integración con otros componentes del proyecto. También nos facilitará la tarea de realizar, durante la etapa de planificación, las previsiones en las distintas fases y estimar los tiempos, aumentando así las probabilidades de cumplir con las tareas previstas.

Durante la fase de implementación, la alta complejidad de los proyectos aumenta las probabilidades de que surjan imprevistos. La gestión de estas incidencias es clave, y el grado de implicación del proveedor con el proyecto es determinante en esta etapa. Por regla general, tener un gran proveedor con productos estandarizados y poca flexibilidad implicará que el jefe de proyecto debe asumir gran parte de la iniciativa y proporcionar posibles soluciones y alternativas que permitan cumplir con los objetivos prestablecidos.

Sin embargo, la colaboración con proveedores acostumbrados a valorar el proyecto de sus clientes como si fuera propio, poniendo a su disposición recursos propios y apostando por el éxito de la empresa , facilita la gestión de dichos incidentes. El proveedor, en calidad de experto en un componente del proyecto, tiene el conocimiento para analizar y estudiar los posibles imprevistos técnicos y acelerar su resolución, cambiando su componente y/o proporcionando posibles alternativas. En el plano de gestión, un proveedor implicado buscará la forma de acelerar sus procesos para ajustarse lo máximo posible a las variaciones que pueda haber en la planificación.

A modo de ejemplo, un fabricante verdaderamente implicado es aquel que, además de incorporar todos los procesos que optimizan la calidad y el precio de sus equipos, también incorpora, en su cadena de valor, servicios que facilitan el desarrollo de los mismos y que pueden ir, desde garantías y tareas de mantenimiento, hasta departamentos de consultoría y asesoría técnica que acompañen al cliente en las primeras fases de su proyecto.

Teldat, con 30 años de experiencia como proveedor de tecnología, es una empresa flexible, capaz de implicarse como proveedor, entender las necesidades de sus clientes, ayudarles a alcanzar sus objetivos y celebrar sus éxitos  como éxitos propios. Ese carácter ha sido una de las bases del éxito de una compañía formada entorno a sus clientes. En Teldat tenemos como premisa, no sólo proporcionar tecnología de calidad e innovadora, sino también facilitar todo el soporte, la ayuda y, en definitiva, la implicación necesaria para asegurar el éxito en todo tipo de proyectos.