Hoy en día, las tecnologías de software o “redes definidas de software” han superado las fronteras del centro de proceso de datos, y se han extendido al mundo WAN. Hablamos de SD-WAN, una solución muy interesante para oficinas remotas.

 Las redes definidas de software (SDN por sus siglas en inglés) han superado el campo de aplicación para el que fueron creadas fusionándose con redes WAN, aportando soluciones que, además de la virtualización, ofrecen optimización de recursos, flexibilidad y dinamismo en los servicios de conectividad de los clientes.

Esta nueva acepción de la tecnología, denominada SD-WAN, permite abstraerse de los recursos de acceso y de los complicados comandos o interfaces de configuración de los equipos que participan en ella, así al final el cliente lo que percibe es que dispone de una red virtual sobre la que tiene, de una forma muy intuitiva, el control y funcionamiento de las aplicaciones/servicios que necesita tener operativos.

SD-WAN es una solución muy interesante para oficinas remotas que necesitan conexión a Internet o contra su centro de procesamiento de datos (CPD), y tiene como frontera los equipos de acceso (Edge, en nomenclatura SD-WAN). Es decir, la inteligencia de la red acaba en esos equipos.

Una oficina suele requerir no solo el acceso a redes externas, sino que demanda servicios internos de datos. Dada la evolución de la tecnología WLAN (capacidad, seguridad, disponibilidad) muchos clientes están apostando por oficinas sin cables para el puesto de trabajo, relegando el acceso por cable a equipos de comunicaciones o servidores locales básicamente.

Las ventajas de las redes SD-WAN

Es lícito pensar que todas las ventajas de las redes SD-WAN pudieran extenderse no solo hasta la frontera del edge de la oficina, sino traspasarla y garantizar que la red virtual del cliente funcionaran de la manera esperada desde el mismo terminal del usuario. Para ello, la inteligencia y abstracción que aporta una red SD tiene que poder llegar hasta los switches y access points de la oficina, y ahí es donde empezamos a pensar en una red SD para la LAN y para la WLAN.

Hasta hoy, la WAN y la LAN/WLAN de un cliente se han tratado siempre como dos redes independientes, hay muchos factores que desde el punto de vista de servicio lo justifican:

• La WAN es una red con un comportamiento que puede ser impredecible; la LAN/WLAN suele tener un funcionamiento acotado.
• La WAN es menos segura cuanto más públicos son los accesos; LAN/WLAN dispone de mecanismos innatos de seguridad incluso a nivel 2.
• La WAN tiene problemas de ancho de banda limitado, jitter, perdida de paquetes, latencia…; en la LAN/WLAN esos problemas no suelen ser tan habituales.

Según este análisis, podría parecer que el concepto SD no es aplicable en la parte LAN/WLAN de la oficina, pero no es así. Si el tráfico habitual de la oficina es hacia/desde el exterior, es imprescindible que la configuración de los equipos sea coherente respecto a las definiciones de servicios en la red SD-WAN.

En ese entorno, la red virtual del cliente y su servicio global recaen sobre dos administraciones de red diferentes, WAN & LAN/WLAN, consumiendo más recursos técnicos, materiales y personales, dificultando las acciones de troubleshooting, el despliegue de red, etc. En definitiva, se tienen las desventajas de trabajar con procesos duplicados.

Es el momento de pensar si la definición de un servicio desde alto nivel tiene que ser transparente o no a todos los medios de acceso hasta el terminal del usuario, una red SD integrada (WAN+LAN+WLAN) permitiría distribuir políticas de servicio de una forma más coherente, permitiendo que una oficina remota, con todos sus componentes, sea una única entidad lógica fácilmente desplegable y replicable.

El efecto que está causando el despliegue de soluciones SD no se quedará solamente en el acceso WAN, sino que incorporará, como es de esperar, con una nueva filosofía, el resto de tecnologías de conectividad. Como siempre en Teldat, la imaginación nos lleva a pensar en soluciones vanguardistas.