El número de personas que tienen que desplazarse de una localidad a otra para ir al trabajo ha alcanzado una cifra record. Según el estudio realizado por el Instituto Federal de Investigación en materia de Construcción, Urbanismo y Desarrollo Espacial (BBSR), el 60% de los trabajadores se desplaza para ir al trabajo (un 53% en 2000).

De media, los trabajadores viven a unos 17 kilómetros de su lugar de trabajo (frente a los 14,6 km de principios de siglo). Dos tercios de los que trabajan en Francfort, Stuttgart y Dusseldorf viven fuera del Área metropolitana. Berlín registra el mayor dinamismo, con una subida en desplazamientos del 53% (274.000 empleados en términos absolutos). Sin embargo, es Munich la ciudad en la que más gente se mueve para ir al trabajo a diario (365.000 personas). Según el estudio, este aumento de los traslados se debe, en parte, al incremento del precio de la vivienda en el centro de las ciudades y a la bajada generalizada del paro. Lo cierto es que, en Alemania, los empleados cada vez son más flexibles y aceptan vivir más lejos de sus lugares de trabajo.

Sin duda alguna, esta tendencia es positiva para la economía alemana desde un punto de vista puramente financiero. A pesar de ello, la movilidad también tiene sus desventajas y tantos traslados vienen acompañados de una serie de retos medioambientales. No todos los municipios cuentan con un buen sistema de transporte público, por lo que el coche se convierte, a menudo, en la Única forma viable de llegar al trabajo. Y los conductores frecuentes tienden a comprar coches diésel. Sin embargo, puesto que algunos fabricantes tuvieron problemas con sus pruebas de emisiones hace algunos años, se han extremado los controles relativos al óxido nitroso (considerado responsable de causar enfermedades respiratorias). Dos meses después del escándalo de las emisiones, un grupo a favor del medioambiente pidió a los tribunales que obligaran a mejorar la calidad del aire de Stuttgart (sede de varios fabricantes de automóviles y proveedores de piezas) prohibiendo los vehículos diésel. Los analistas aseguran que, si Stuttgart lo hace, otras ciudades alemanas seguirán su ejemplo.

Al margen de los aspectos medioambientales, tener que desplazarse para ir al trabajo resulta caro, lleva tiempo y hace que los empleados están más cansados. Algunas empresas se han dado cuenta y ofrecen a sus trabajadores mayor flexibilidad o la posibilidad de trabajar desde casa algunos días. Contar con conexiones en remoto y clientes VPN seguros ayuda a reducir el tráfico y a que los trabajadores concilien mejor su vida personal y laboral.

Teldat ofrece conexiones fiables y de alto rendimiento para aquellos que trabajan desde casa o están en continuo movimiento. Nuestra gama de productos se centra, entre otras cosas, en accesos IP y en proponer soluciones flexibles en el campo de las telecomunicaciones.