Las arquitecturas de Software Defined Networking (SDN), que llevaron al desarrollo de SD-WAN , nacieron gracias a un proyecto de investigación. Trazaremos el recorrido que une ambos acontecimientos, para profundizar en los orígenes del SD-WAN.
¿Qué Internet desarrollaríamos hoy, partiendo de cero, pero con la experiencia acumulada hasta ahora? Esta pregunta generó en 2007, en la Universidad de Stanford, un proyecto en el que gurús y expertos en networking analizaron el presente y el futuro de las redes IP e internet. Se iniciaba por aquel entonces la conectividad masiva de móviles a Internet, y de hecho, ese mismo año, a escasos 20 minutos de la universidad, nacía el producto que lo cambiaría todo: el primer iPhone. El proyecto recibió el nombre de Clean Slate (“pizarra limpia”) y trataba de encontrar respuesta a dos cuestiones fundamentales:
1. Si pudiéramos hacer borrón y cuenta nueva, ¿que arquitectura de comunicaciones global diseñaríamos con lo que sabemos hoy?
2. ¿Cómo debería ser la red en los próximos 15 años?
«With what we know today, if we were to start again with a clean slate, how would we design a global communications infrastructure?» «How should the Internet look in upcoming 15 years?» .
El Proyecto adquirió una dimensión considerable, y ya desde el año 2007 contó con participaciones importantes como Cisco o NTT, y en 2008, Deutsche Telekom y NEC patrocinan los laboratorios con una lluvia de millones de dólares, para más tarde incorporar a otros participantes de nivel como Google o China Mobile.
Clean Slate: los orígenes del proyecto
En primer lugar, se analizó el desempeño de las redes IP e Internet en el contexto actual y futuro. Es curioso cómo el protocolo IP nació prácticamente de la casualidad, ya que se desarrolló para resolver un problema concreto, y acabó desbancando a otras arquitecturas más generalistas como RDSI o ATM, concebidas como red global. Y es que la casualidad siempre ha tenido mucho que ver con los grandes descubrimientos, como por ejemplo la penicilina o la radioactividad.
Pero volvamos al proyecto Clean Slate, donde se constata que parte del éxito del protocolo IP, que consiste en compartir entre todos los nodos el conocimiento y la toma de decisiones de encaminamiento, iba camino de convertirse en un cáncer para la red. La razón es que todos y cada uno de los miles de nodos que componen la red necesitan ser programados con una sintaxis compleja y propietaria, con el impacto en la gestión de red que ello supone.
A partir de aquí, a la pregunta inicial: ¿qué red desarrollaríamos ahora a partir de la experiencia?, la respuesta, como suele ocurrir cuando se intenta poner orden y pensar a lo grande, surge de la apuesta por la simplicidad. Hoy desarrollaríamos una red sencilla.
La evolución de las redes IP ha de convertir las actuales redes complejas y cerradas en redes sencillas y programables; pero ¿cómo conseguirlo? Pues dedicando la red a tareas sencillas de transporte de datos (que es el objetivo final de una red) y centralizando su gestión en un único punto central. De esta forma, los nodos de la red pueden ser elementos básicos y programables desde un punto único de control que unifica la inteligencia de la red y permite simplificarla. La idea no es nueva; separar los planos de control y de datos es algo que se hizo en la red telefónica en la década de los 80 cuando se implantó el Sistema de Señalización número 7 (SS7). En la red IP ya había iniciativas al respecto, como la RFC 3746 Forwarding and Control Element Separation (ForCES), del año 2004.
Del proyecto Clean Slate, al SDN y SD-WAN
En cualquier caso, puede considerarse el proyecto Clean Slate como el punto de partida de la separación de los planos de control y de datos en redes IP, lo que dio lugar a las arquitecturas definidas en software, en inglés Software Defined (SD). La inteligencia de una red (definición, topología y decisiones de encaminamiento de la red), reside a partir de entonces en un punto central de control desarrollado en software, en lugar de estar distribuido en todos y cada uno de los elementos hardware que la componen.
En 2012, cinco años después de haber arrancado el proyecto, da lugar a otros subproyectos, como el desarrollo de arquitecturas de Software Defined Networking (SDN) y protocolo OpenFlow como método de comunicación entre el elemento de control y los dispositivos de red. En este punto, el proyecto Clean Slate cesa su actividad y la Open Networking Foundation (ONF) coge el testigo de definición, desarrollo y estandarización de este tipo de redes.
Actualmente SDN es una arquitectura madura en el ámbito de los datacenters, pero no escala de forma adecuada en entornos WAN, donde se requieren estrategias de overlay, y mayor autonomía en los equipos de red. En estos entornos, la arquitectura SD-WAN soluciona estos nuevos requisitos a la vez que proporciona la necesaria separación de los planos de datos y control exigidas a estas nuevas redes.
Fieles a nuestro compromiso de continua evolución y a nuestra voluntad de aportar a nuestros clientes soluciones innovadoras y eficaces que creen tendencia, Teldat dispone de solución SD-WAN integral, que comprende tanto equipos de red que facilitan la evolución de redes tradicionales a SD-WAN, como el elemento central de control para un despliegue sencillo y potente de redes WAN definidas por software.